2016 / 17 enero

Lo que no sabemos defender como humanos

Árboles artificiales

But what if trees — or machines modeled after them — had superpowers? Artificial trees with otherworldly abilities are a great hope against climate change, as environmental experts say it’s not realistic to expect humanity to release significantly less carbon into the atmosphere. Our best bet may be to capture the excess carbon and store it or convert it into something useful such as fuel.

Fuente The quest to hack trees and beat climate change – The Washington Post

Árboles artificiales para capturar carbono con mayor eficacia y almacenarlo o convertirlo en fuel: esta es una de las ideas que se están barajando para hacer frente al cambio climático, según publicaba hace unos días The Washington Post. Aunque suena a ciencia ficción, SHIFTboston, que es el grupo que apuesta por esta invención, considera que podrá desarrollar un prototipo en uno o dos años, cuando los precios de la tecnología necesaria se reduzcan, ya que actualmente cada árbol tiene un coste estimado de 350.000 $ (unos 320.000 €).

A los seres humanos les encanta liarse la manta a la cabeza y defender proyectos que tienen bastante de absurdo. Es cierto que para atajar la actual tendencia es necesario conjugar tanto la reducción de las emisiones como el desarrollo de técnicas de captura de carbono, pero de este último aspecto se puede encargar la propia naturaleza bastante mejor que nosotros, ya que cuenta con depurados mecanismos que han ido evolucionando milenio tras milenio. Solo es necesario que dejemos de comportarnos como si fuésemos Atila a caballo y que mantengamos a raya nuestro consumo desmedido, implementando políticas y sistemas que reduzcan las talas ilegales (solo en Perú, la tala ilegal mueve aproximadamente 400 millones de soles al año, unos 107 millones de €), las quemas para crear nuevas áreas de pasto, etc. De hecho y tal y como defiende el Dr Paul Salaman, CEO de la ONG Rainforest Trust, reducir «las emisiones de carbono es verdaderamente importante para la mitigación del cambio climático. Pero, mientras tanto, es más rápido y más barato proteger y reforestar los bosques tropicales».

Además, es necesario tener en cuenta los múltiples beneficios que los árboles naturales aportan a la humanidad y especialmente a los entornos urbanos. No es solo la captura de carbono, sino que también producen parte del oxígeno que respiramos, ayudan a conservar el suelo evitando que se erosione, proporcionan alimento o cobijan a innumerables especies animales, por citar algunos de los servicios que nos prestan. Félix Rodriguez de la Fuente ya lo decía en uno de los episodios de la mítica serie de «El hombre y la tierra» (Fuente: «El bosque habitado» 17/01/2016):

El bosque es vital. Que todos respiramos el oxígeno generado por el bosque. Que todos disfrutaremos del microclima generado por el bosque. Que todos nos beneficiaremos de las tierras retenidas por las raíces de los árboles. O que todos iremos degradándonos, perdiéndonos, con esos bosques que estamos sacrificando.

Y todo de forma gratuita.

Sinceramente, creo que no deberíamos arrogarnos la faceta de creadores intentando emular procesos naturales que, pudiendo ser disfrutados y aprovechados sin contraprestación alguna, somos incapaces de defender como humanos. Puede que seamos la especie más inteligente del planeta, pero puestos a compararnos con la naturaleza, no le llegamos ni a la suela de los zapatos.

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