2016 / 31 julio

¿Qué es más peligroso: el terrorismo yihadista o el cambio climático?

El malo de la peli

He’s right. ISIS has killed thousands across the globe, but as terrifying as that is, ISIS will not spell the end of mankind. Climate change, however, could. Climate change impacts every aspect of life on earth, from where we live to the food we eat to the water we drink. Global markets, natural disasters … even war and terrorism.

Fuente Trump: Scared of ISIS, loves air-conditioning, slams John Kerry | Grist

Sobre la amenaza que representa el cambio climático se ha escrito y hablado mucho. Una de las últimas controversias está relacionada con unas palabras pronunciadas por John Kerry en Viena con motivo de una enmienda al Protocolo de Montreal (el tratado que limita el uso de gases que destruyen la capa de ozono) discutida recientemente. Sus palabras exactas fueron las siguientes:

[On Thursday], I met in Washington with 45 nations — defense ministers and foreign ministers — as we were working together on the challenge of [ISIS] and terrorism. It’s hard for some people to grasp it, but what we — you — are doing here right now is of equal importance because it has the ability to literally save life on the planet itself.

La traducción viene a ser más o menos la siguiente: «[El jueves] me encontré en Washington con 45 naciones – ministros de defensa y ministros de asuntos exteriores – ya que estábamos trabajando juntos en el reto de [ISIS] y el terrorismo. Es difícil de comprender para algunas personas, pero lo que nosotros – vosotros – estamos haciendo aquí en este momento es igual de importante, ya que tiene la capacidad de salvaguardar, literalmente, la vida misma en el planeta.».

Pues aquí donde lo lees, estas palabras han supuesto para Kerry ser sometido a escarnio y mofa, ya que su alocución se ha reinterpretado, dando lugar a titulares tan ridículos como que los frigoríficos (por los gases CFC que contienen) son tan mortales como los terroristas del ISIS (obvia decir que la mayor parte de estas «lúcidas» explicaciones provienen de acérrimos negacionistas y afines al partido republicano y a su flamante candidato a la presidencia, Donald Trump).

Pero, por suerte, los artículos que únicamente se dedican a despotricar sin ton ni son suelen encontrar una oportuna respuesta en textos que arrojan verdadera luz sobre el tema. Así que son de agradecer aportaciones como las realizadas por Gersh Kuntzman, en el New York Daily News, o Katie Herzog, en Grist. Ambos autores coinciden en una idea que, a poco que recapacites un poco, está cargada de lógica: el ISIS no tiene capacidad para acabar con la humanidad, consecuencia que no está tan clara en el caso del cambio climático o la destrucción de la capa de ozono. Obviamente y tal y como afirma Kuntzman, la lucha contra el terrorismo islámico es un grave problema contra el que hay que luchar, pero no podemos centrarnos de manera obsesiva en su aniquilación dejando de lado el resto de problemas que experimenta el planeta.

Además, conviene tener en cuenta que el cambio climático podría ser una de las causas de los actuales y futuros conflictos armados (amén de muchos otros problemas, por supuesto). En el caso de Siria, por ejemplo, ciertos estudios apuntan a la sequía como una de las razones del inicio del conflicto (emigración de cientos de familias a la ciudad en penosas circunstancias que se convierten en el caldo de cultivo perfecto para el inicio de las revueltas). No obstante, un artículo publicado en el diario The Guardian en noviembre de 2015 ponía en duda esta afirmación. A pesar de estas discrepancias, tiene su lógica que el cambio climático y la escasez de recursos que conlleva pueda comportar un aumento de los conflictos. De hecho y según un reciente estudio llevado a cabo en Alemania, cuyas conclusiones han sido recogidos por webs tales como Independent o iAgua, «casi una cuarta parte de los conflictos en los países étnicamente divididos coincide con calamidades climáticas». Por algo será que el Pentágono en su hoja de ruta para la adaptación frente al cambio climático considera a este fenómeno como «un «multiplicador de amenazas», ya que tiene el potencial de exacerbar muchos de los retos que nos ocupan hoy – desde las enfermedades infecciosas hasta el terrorismo».

Así que ahora vuelve a leer la pregunta que encabeza este texto y piensa ¿Quién es el malo de la peli en esta tragicomedia llamada humanidad?

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